Fragmentos de Stéphane Mallarmé


 “El silencio, único lujo después de las rimas”.


“Hablar concierne a la realidad de las cosas sólo en forma comercial: en literatura, basta con hacer una alusión o distraer su cualidad que ha de incorporar alguna idea”.


“El doble estado de la palabra, bruto o inmediato aquí, esencial allá”.


“Digo: ¡una flor! y, fuera del olvido en que mi voz relega todo contorno, en tanto que algo distinto a los consabidos cálices, asciende musicalmente, idea también y suave, la ausente de todos los ramos”.


“El verso que con varios vocablos rehace una palabra total nueva, ajeno a la lengua y como encantatoria, culmina este aislamiento de la palabra: negando, con un rasgo soberano, el azar permanente en los términos a pesar del artificio de su nuevo temple alternado en el sentido y en la sonoridad, y os produce la sorpresa de no haber oído nunca tal fragmento ordinario de elocución, al mismo tiempo que la reminiscencia del objeto nombrado se baña en una nueva atmósfera”.



“Todo, en el mundo, existe para culminar en un libro”.


“La Poesía, próxima a la idea, es Música por excelencia”.


“Una seguridad llamada la paz de los campos, al encuentro de las disipaciones o la verborrea, atesora, silencio, lo suficiente para hacer que se transparente en lo que cosiste en no decir, la grandeza”.


“Es frente al papel que se hace el artista”.


“La existencia literaria, excepto una, verdadera, que se pone a despertar la presencia, en el interior, de los acordes y significaciones, ¿se vincula, con el mundo?; sólo como inconveniente”.


“Propongo […] que la Música y las Letras son la faz alternativa que aquí se ensancha hacia lo oscuro; y allá centellea, con la certeza, de un fenómeno, el único, al que llamé la Idea”.


“Pienso que es preciso […] que sólo exista la alusión. La contemplación de los objetos, la imagen al cobrar vuelo desde los ensueños provocados por ellas, son el canto […]. Nombrar un objeto, es suprimir las tres cuartas partes del goce de un poema que se obtiene al irlo adivinando poco a poco: sugerirlo, ese es el sueño”.


“Debe haber siempre enigma en la poesía, y el fin de la literatura es –no hay otra– evocar los objetos”.


“Las cosas existen, no tenemos por qué crearlas; sólo tenemos que discernir sus correlaciones; y son los hilos de estas correlaciones los que forman los versos y los orquestan”.